miércoles, 20 de septiembre de 2017

“Versos a media noche” en el Café Varela

Si hiciéramos un diario los libreros que nos dedicamos a la compra y venta de libros antiguos y menos antiguos, nos sorprenderíamos al cabo del tiempo de tantas aventuras y vivencias sucedidas, pues como es sabido, nuestros proveedores son particulares que por diversas razones venden sus libros, heredados o propios. Lo que nos proporciona un contacto con una gran diversidad de gentes, ya que de alguna manera entramos en sus vidas al comprar sus bibliotecas. Y después, al clasificar y examinar en nuestra librería e investigar pacientemente lo adquirido, además de aprender muchas cosas sentimos una gran satisfacción al recuperar papeles y escritos a punto de perderse, y ponerlos a disposición de estudiosos y bibliotecas. 

Pues bien, en una de las últimas compras, entre otras cosas, adquirimos libros y papeles de gran interés referentes a “Versos a media noche”, veladas poéticas que se celebraban en el madrileño Café Varela, situado en la calle Preciados. Estas veladas las ideó el poeta Eduardo Alonso en 1946, las puso nombre José Antonio Medrano y las dirigió Mariano Povedano, poeta en clave de humor. Además de Mingote, que dibujó el programa, en cuyo reverso aparecían los poetas que iban a intervenir, participaron Manuel Alcántara, Rafael Azcona, Fernando y Joaquín Dicenta, Juan Pérez Creus, Adriano del Valle, Meliano Peraile, Gloria Fuertes, Manuel Fernández Sanz, apodado “Manolito el Pollero”, y muchísimos otros poetas  hoy olvidados. Dichas veladas se celebraban los viernes a las 11,30 de la noche, donde además de los poetas acudía gran cantidad de público. Todo un espectáculo, pues ellos mismos leían sus versos, y cuando además de ser malos, o buenos, según el gusto del público, eran largos y declamados con voz aflautada o grave, empezaban los cuchicheos, hasta terminar con pateos y abucheos. Otros eran aplaudidos, quizá no los mejores. Para muchos era participar en algo más bien lúdico, a la vez que tratar de relacionarse y evadirse de aquel Madrid gris de la posguerra, en el que hasta estos recitales eran sospechosos.

MARIO FERNÁNDEZ, librero 

Texto que acompaña a nuestro CATÁLOGO N.º 76 (octubre - diciembre de 2017).